Podemos creer que los errores que se cometen al llevar botas son los mismos que los que se cometen al llevar cualquier otro tipo de zapato o calzado, pero esto es falso. Su forma única y su variedad de estilos lo convierten en un calzado independiente con su propio conjunto de pautas de uso.
La mayoría de los errores relacionados con las botas que vamos a comentar dependen más del resto de prendas con las que las llevamos y de cómo mantenemos su aspecto como componente clave del conjunto. Evitando éstos y los fallos a la hora de llevar zapatos, no tendremos ningún problema.
Botas con traje
En general, las botas se consideran un atuendo informal, sobre todo si tenemos en cuenta las Dr. Martens o las botas vaqueras en tonos marrones descoloridos. Son perfectas para llevar con vaqueros o chinos, u otros pantalones no tan formales, sin embargo, con el traje tradicional no quedan bien, y pueden arruinar por completo el conjunto. Están aún más prohibidos para algo como un esmoquin, así que es mejor que lleves zapatos.
La alternativa son los botines, pero aun así hay que tener cuidado. Algunos trajes oversize pueden quedar bien con botines, pero si no quiere arriesgarse, opte por lo clásico y guarde los botines para otros conjuntos, o asegúrese de que tengan un tacto similar al de los zapatos formales si quiere llevarlos con traje.
No considerar la proporción
En todo conjunto, la proporción entre piernas y pies es crucial. De hecho, por esta razón, ya no se aconsejan los zapatos con puntera cuadrada o triangular. Dado que los pantalones formales suelen ser rectos, su forma daba la impresión de que el pie era demasiado grande.
Se aconseja llevar pantalones ligeramente más anchos cuando se lleven zapatos enormes, ya que el zapato parecerá demasiado enorme si llevamos pantalones estrechos. Del mismo modo, se recomienda elegir prendas a juego con la pierna cuando se llevan botas pequeñas y ajustadas.
Esto no es del todo universal. Algunos conjuntos que llevan vaqueros estrechos quedan bien, pero la proporción se contrarresta con prendas más grandes, como jerséis o abrigos.
No limpiarlas (o no saber cómo hacerlo)
No limpiar o sacar brillo a sus botas es una idea horrible. Como todo el calzado, incluidas las zapatillas blancas, es desechable. Limpiarlas antes o después de cada uso es aconsejable si deseamos un aspecto impecable. Busque una guía que puede ayudare a limpiar sin problemas los distintos tipos de botas si tiene dudas al respecto (especialmente cuando hablamos de botas de ante).
No considerar la suela
¿Desea unas botas cómodas que no le duelan después de llevarlas durante unas horas? ¿Va a pasear mucho? Tal vez comprarlas con suela de goma, que aumenta su durabilidad, reduce los daños y mejora la comodidad al caminar, sea una posibilidad.
Al no ser un calzado formal, como ya hemos dicho, no se aplica la regla contra la goma. En este caso, es preferible porque la suela de cuero no sólo es más cara y más difícil de conseguir, sino que también será menos cómoda y puede hacer que las botas se desgasten más rápidamente. El caucho es el material preferido para todo lo demás, pero puede ser perfecto para unos botines con ropa semiformal.
Usar el mal largo del pantalón
Doblar el pantalón es un método sencillo, pero cuidado con la longitud, ya que puede dar lugar a un pliegue que parezca demasiado grande para la bota.